Me tocó recibir de Cecilia, que me mandaba desde Estados Unidos estas maravillas:
Os podeis imaginar lo contenta que me puse, pero claro, no hay sol sin sombra, así que el sobre que yo le había enviado a Lupe, mi as, se perdió de Oviedo a Bilbao.
Tuve que preparar otro sobre y volver a enviárselo, me dió mucha rabia, porque lo había mandado muy pronto para que lo pudiera disfrutar cuanto antes, pero con este contratiempo va a ser la última en recibirlo.
En fin, ¡qué se va a hacer!
